La pintura en el hogar o en la oficina es una de las tareas que creemos poder realizar bien por nuestra cuenta sin la necesidad de contratar pintores profesionales. Pero a menudo, con la idea de ahorrar algo de dinero, perdemos tiempo de forma innecesaria, no aplicamos los tratamientos adecuados a las superficies, ensuciamos parte del mobiliario o incluso, nos lesionamos. Y aquí, puede que te surja una duda: ¿qué criterios debo tener en cuenta a la hora de escoger una empresa de pintores para proyectos en el hogar o en tu empresa?
Escogiendo una empresa de pintores profesionales
Hacerse cargo de las reparaciones previas
Puede que haya humedades y manchas. O que se hayan roto paneles o maduras de yeso. Quizás la pared presenta grietas y abolladuras en algunas zonas. Este tipo de defectos deben ser reparados antes de proceder al pintado, de lo contrario el trabajo puede quedar arruinado. Una pintura perfecta y duradera requiere una superficie lisa y en buen estado.
Ofreciendo confianza
Parece que el trabajo de pintor es algo que puede hacer cualquiera. Por eso hay personas que, al perder su empleo, se dedican a hacer labores de pintor, publicitándose en farolas o en marquesinas de autobús, y ofreciendo sus servicios a precios muy económicos. Sin embargo, ¿a quién estás metiendo en tu casa? Por otra parte, no vamos a obtener los mismas resultados de un pintor eventual que de uno profesional que trabaja con materiales de primera calidad. Las herramientas, la pulcritud de los acabados, la limpieza y el tiempo empleado, marcan una gran diferencia.
Proteger la casa o espacio en cualquier proyecto de pintura
Si un mueble se puede cambiar de sitio, es mucho mejor moverlo. La facilidad de movimiento del pintor es mayor, por lo que el trabajo será más sencillo. Y así evitamos la posibilidad de que se pueda manchar de pintura. Ahora bien, hay partes del mobiliario que no se pueden mover, en ese caso, una buena empresa de pintores, se encargará de protegerlos minuciosamente con lonas de plástico.
Responsabilidad
La empresa de pintores se tiene que hacer responsable de los pequeños desperfectos que puedan surgir como ampollas, escamas, cambios de tonalidad… Siempre dentro de un plazo de tiempo especificado previamente. Si en unos días se percibe algún defecto en el trabajo de pintura, el cliente se puede poner en contacto con el pintor para que repase el trabajo realizado en esos puntos concretos.
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