Con el transcurso del tiempo las paredes se van deteriorando de forma inevitable. Aparecen golpes, roces, grietas, fisuras o agujeros. Por eso, no es suficiente renovar la pintura de nuestro hogar cada pocos años. Antes de ponernos con la brocha y el rodillo hay que reparar esos pequeños desperfectos y preparar las paredes antes de pintar para que el resultado sea óptimo y mucho más duradero.
1. Limpiar con esponja y detergente las paredes antes de pintar
Antes de nada, empezaremos por lavar bien todas las paredes para retirar la suciedad adherida como polvo, grasa y otras pequeñas partículas o restos orgánicos. Hay que retirar todas las manchas utilizando detergente o algún producto especifico para aplicar sobre las más resistentes. Las marcas de humedad deben ser tratadas a parte y limpiarlas con bórax o lejía y una esponja.
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2. Rellenar con masilla las paredes
Después de dejar que toda las superficie se seque bien comenzaremos a rellenar los huecos y los desconchones con masilla y una espátula. Dependiendo del tipo de desperfecto, escogeremos un tipo de material u otro ya que existen masillas de relleno con diferentes texturas y consistencias.
3. Lijar la pared
Una vez seca y endurecida, procederemos a lijar las paredes. Existen lijadoras eléctricas que hacen que esta tarea sea mucho más fácil, rápido y preciso, aunque también se puede utilizar el tradicional papel de lija. Solamente hay que asegurarse de que tenga el gramaje adecuado para el tipo de pared sobre la que vamos a trabajar. Cuando las superficies hayan quedado lisas y pulidas, limpiaremos los restos de yeso y polvillo que se hayan desprendido.
4. Aplicar imprimación en las paredes antes de pintar
Y ya por último pasaremos a aplicar una capa de imprimación. La imprimación es un producto parecido a la pintura que sirve para proteger la pared y ayuda a que la propia pintura de adhiera mucho mejor ya que neutraliza la porosidad de algunas superficies. Después de esto ventilaremos todo lo posible la casa y esperaremos a que se seque completamente antes de empezar con la primera capa de pintura.
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Como ves, antes de pintar las paredes, es conveniente dedicar un par de días a sanear y preparar las superficies para asegurarnos de que obtener un buen resultado. Si prefieres disfrutar de tu tiempo y olvidarte de este tipo de trabajos, cuenta con nosotros. En Pimont contamos con un equipo profesional eficaz y utilizamos materiales de la mejor calidad, para que puedas olvidarte de volver a pintar paredes durante mucho tiempo.